La RAE apunta que infusión es una “bebida que se obtiene de diversos frutos o hierbas aromáticas, como té, café, manzanilla, etc., introduciéndolos en agua hirviendo.”
Wikipedia define una infusión como “una bebida obtenida de las hojas secas, partes de las flores o de los frutos de diversas hierbas aromáticas, a las cuales se les vierte o se los introduce en agua a punto de hervir en una tacita.“

Nos parece más completa la versión que ofrece Wikipedia por varias razones. La primera porque amplía y detalla mejor cómo se obtiene esta bebida, a partir de hojas secas, flores o frutos de diversas hierbas aromáticas. Y en segundo lugar porque acierta con la temperatura óptima para conseguir la infusión, que es justo antes de hervir, o como señala Wikipedia “agua a punto de hervir”. La temperatura a la que se debe preparar una infusión es a 95ºC (la misma que para preparar té negro, rojo y rooibos) y el agua hierve a 99,98ºC.
Como se desprende de la definición de la RAE, el té y el café también son infusiones. Sin embargo, en este apartado no son objeto de estudio. Nos referiremos a aquellas obtenidas de las hojas secas, flores y frutos, como es el caso de la manzanilla, menta, anís o tila, entre otras muchas. La única diferencia que existe entre el té y las infusiones es que estas últimas, según definición del THIE (Tea and Herbal Infusions Europe), incluye a las plantas o partes de plantas que NO procedan de la especie botánica Camellia sinensis (L.) Kuntze (ver ¿Qué es el té?).
Los tiempos de reposo de las infusiones varían dependiendo del tipo de infusión. Por lo general, aquellas infusiones de flores necesitarán entre 5 y 6 minutos de reposo. Mientras que las infusiones de frutas y especias suben a 8-10 minutos. Por lo general, fabricantes y envasadores especifican en el embalaje el tiempo y temperatura óptimos para infusionar cada variedad.