A veces damos un paseo sin rumbo fijo, por calles o senderos desconocidos, y nos dejamos llevar, sorprender. Del mismo modo, lecturas inesperadas pueden resultar de inspiración y guiarnos hacia reflexiones poco ortodoxas.
Recientemente leí la nota de prensa de un artículo de un grupo de investigadores en biotecnología, publicado en la revista Nature Communications. El artículo se titulaba “Competition among networks highlights the power of the weak” (*).
Aunque se refería a la modelización de sistemas, y aunque mi experiencia profesional nada tiene que ver con las matemáticas ni con la biotecnología, me pareció una hermosa metáfora aplicable a las redes de I+D.
El artículo trata sobre sistemas de redes y cómo se establecen los equilibrios entre éstas. Concretamente cómo las redes más modestas, para ganar importancia, tienen que elegir entre dos opciones: o subordinarse a la red predominante o cooperar con otras redes pequeñas. Según sus conclusiones, cuando estas redes eligen la estrategia de la cooperación en vez de la de subordinación a la red predominante, no sólo salen beneficiadas ellas sino que el sistema se transforma. Y esa transformación, sorprendentemente, es más beneficiosa para la totalidad del conjunto.
Migration between Nash equilibria.
La imagen superior, extraída del artículo original, es un modelo de redes que representa las conexiones y la distribución de centralidad en el sistema.
Las redes A, B y C van de mayor a menor importancia, siendo A la red fuerte (de mayor tamaño en el dibujo). La red B y la red C tienen relación con la red predominante A, pero no entre ellas. Si la red C, que es la de menor tamaño, decide establecer una nueva relación con la red B, mejora drásticamente su centralidad e importancia. Lo mismo ocurre con la red B. Quedando la red A, inicialmente fuerte, obligada a relacionarse en otros términos con B y C si no quiere quedar aislada. La nueva relación establecida por C transforma el sistema en su conjunto estableciendo un nuevo equilibrio de fuerzas.
El horizonte actual de la I+D europea, está dominado por las grandes corporaciones tecnológicas, empresariales y académicas, sobre todo del Norte de Europa. Estas redes predominantes marcan la agenda. Señalan por dónde se encaminan las investigaciones, los desarrollos tecnológicos y sus aplicaciones comerciales. Igualmente, copan los programas de ayudas a la I+D, siendo los socios hegemónicos en los consorcios internacionales que se establecen a tal efecto. En este sistema, en esta red de redes, es difícil ganar importancia y resulta muy complicado competir. Sobre todo si no se dispone de tantos medios materiales y humanos como disponen las grandes redes.
Somos conscientes de que cooperar es trabajar con alguien más en la consecución de un fin común; y que gracias a ese instinto de cooperación la especie humana ha logrado sobrevivir, especialmente ante los grandes retos (y no sólo eso, parece que para que la Inteligencia Artificial se desarrolle finalmente tendrá que emular esta cualidad tan humana… aunque eso sería tema para otro post).
Pues bien, aunque pudiera parecer que la cooperación es una práctica habitual en el ámbito de la I+D, a veces da la sensación de que llegamos a ella sin elegirla voluntariamente, como obligados por una realidad globalizadora que, de otra manera, nos dejaría fuera de juego. Además, persistentemente buscamos la cooperación con las redes de mayor importancia, obviando la relación de subordinación que se establece.
Volviendo al ejemplo que nos ocupa ¿qué pasaría en una red de I+D menor si elige como estrategia la cooperación con otras redes modestas? Y si no sólo una red como ella sino varias, hicieran lo mismo, ¿cómo se transformaría el conjunto del sistema? Y lo más importante, ¿qué redes saldrían beneficiadas?
Siguiendo la metáfora inspiradora del artículo, podríamos concluir que esta estrategia de cooperación diferente transformaría el sistema en su conjunto, no sólo haciendo ganar importancia a aquellas redes modestas que a priori iban a quedar subordinadas a las redes predominantes, sino beneficiando a la globalidad de las redes. Fascinante.
Desde ADItech queremos aportar nuestro trabajo y esfuerzo para que algo similar pueda ocurrir.
Referencia bibliográfica: (*) Iranzo, J. et al. Competition among networks highlights the power of the weak. Nat. Commun. 7, 13273 doi:10.1038/ncommons13273 (2016)